La vasectomía es el método anticonceptivo más exitoso al día de hoy. Tiene sobre un 99% de eficacia, con complicaciones menores al 1%, siendo las más frecuentes el sangrado, infecciones o, rara vez, dolor testicular crónico. Contrario a lo que se cree, está comprobado que no produce ningún deterioro en la función sexual y la eyaculación se mantiene, ya que la mayor parte del semen se produce en las vesículas seminales, las cuales no se ven afectadas en la cirugía.

Usualmente se realiza de manera ambulatoria y puede realizarse con anestesia general, espinal o local. La técnica sin bisturí es la que se ha asociado a menos complicaciones, manteniendo la efectividad. En esta, la piel se separa utilizando un instrumental especial. El tiempo de cirugía suele ser menor a 20 minutos.

Una vez realizada la cirugía hay que mantener un método anticonceptivo hasta que se haya comprobado que no hay espermatozoides en el semen, lo cual se realiza mediante un espermiograma a las 10 semanas o a las 20 eyaculaciones (lo que ocurra antes).

La cirugía debe considerarse como definitiva, no es algo transitorio. Aún así, en caso de arrepentirse, puede revertirse hasta en un 90% de los casos. Si no se lograra revertir, se pueden extraer espermatozoides directamente del testiculo y realizar fertilización asistida.