Es una condición muy frecuente en la población general pero lamentablemente sub diagnosticada. Se caracteriza por la presencia de dolor referido a cualquiera de los órganos pélvicos.

En mujeres, un subtipo frecuente es la vejiga dolorosa o cistitis intersticial, en la cual se dan síntomas similares a la cistitis bacteriana, pero sin bacterias en los cultivos.

En hombres, uno de los dolores pélvicos más frecuentes es el referido a la próstata, también llamado prostatitis crónica abacteriana o prostatodinia. Puede producir dolor al orinar, dolor en el periné y muchos otros síntomas urinarios bajos que dificulten la micción.

El tratamiento es clásicamente interdisciplinario, combinando cambios de estilo de vida con medicamentos, kinesioterapia y psicoterapia, cuando es necesario.