Nutrición
“Somos lo que comemos”. Lo hemos escuchado muchas veces, pero por desinformación o estilo de vida es difícil tomarlo en cuenta en el día a día.
Los alimentos procesados, el gluten, los lácteos industriales, carnes rojas, el azúcar y muchos endulzantes han demostrado tener efectos negativos en la salud que van mucho más allá del peso.
A modo de ejemplo, las carnes rojas se han asociado a cáncer e infecciones urinarias recurrentes. El gluten y el azúcar/endulzantes pueden alterar negativamente nuestro microbiota intestinal (bacterias de nuestro intestino), favoreciendo el desarrollo de enfermedades crónicas, inflamación sistémica y pudiendo favorecer el desarrollo de infecciones urinarias. Los lácteos industriales en algunos estudios se han asociado a cáncer de próstata y de mamas.
Por otra parte, la alimentación basada en plantas (total o mayoritariamente) se ha asociado a numerosos beneficios para la salud y el medioambiente, como también muchos alimentos fermentados. Recientemente, el ayuno intermitente ha acumulado evidencia a favor para el control de la hipertensión y la diabetes mellitus, entre otras enfermedades.
La anterior lista es larga y no debe considerarse como indicaciones alimentarias para todas las personas, ya que somos distintos y esto debiera evaluarse individualmente con alguien especialista en nutrición.